No quiero ser Cecilia, no quiero soñar para despertar con pesadillas.
Hoy, con pena, cierro los comentarios anónimos del Blog.
¿Adónde van las cosas que no vivimos?
No quiero ser Cecilia, no quiero soñar para despertar con pesadillas.
Hoy, con pena, cierro los comentarios anónimos del Blog.
Enciendo velas en la madrugada,
voy desojando flores en mi almohada,
mirando al techo me dejo llevar a otra realidad.
Y observo el sol que entra por mi ventana,
que me despeja y renueva mis ganas,
miro al espejo y me pegunto que me espera fuera.
Y siento todo tan brillante y tan magnético,
nada ni nadie puede hacer que me derrumbe hoy
que tiemble el suelo que allá voy,
pisando fuerte y sin reloj
Tengo una sonrisa para regalarte,
tengo mil cartas de amor, y tengo
todo el tiempo que perdí sin ver el sol.
Tengo mil historias que quiero
contarte escondidas en mi voz.
No quiero dejar nada por sentir,
ya sé quien soy.
Y salgo a pasear entre la gente,
y juego a imaginar de donde vienen,
y me enamoro de cada rincón
dejando al corazón volar.
Y extiendo la ciudad mirando al frente,
esta mañana el mundo es diferente,
descubro tantas cosas que no vi por no quererme…
Y siento todo tan brillante y tan magnético,
nada ni nadie puede hacer que me derrumbe
hoy que tiemble el suelo que allá voy,
pisando fuerte y sin reloj.
Tengo una sonrisa para regalarte,
tengo mil cartas de amor, y tengo
todo el tiempo que perdí sin ver el sol.
Tengo mil historias que quiero
contarte escondidas en mi voz.
No quiero dejar nada por sentir,
ya sé quien soy.
Y al fin se que amanece y me respira la mañana,
deshacer las vendas que ocultaban mi mirada,
no quiero que la prisa me obligue a no ver nada,
por fin la lluvia me toca…
Tengo una sonrisa para regalarte,
tengo mil cartas de amor, y tengo
todo el tiempo que perdí sin ver el sol.
Tengo mil historias que quiero
contarte escondidas en mi voz.
No quiero dejar nada por sentir,
ya sé quien soy.
Busco, me busco y me busco y al final me encuentro...
Soy una montaña rusa que sube, que baja, que ríe, que calla, confusa, me dejo llevar por lo que los días me quieran mostrar.
Sentir el viento que acaricia tu cara, cada trocito, cada rincón,
agitarse el pelo ocultando tus ojos mientras dice "cucú" y en el impulso saltar hacia la nuca mientras oyes "tas tas",
tocar el mar en tus ojos, saborearlo en los poros de tu piel,
elevar los pensamientos, los deseos más íntimos a la inmensidad del universo sabiendo que recibirás lo que emitas y mucho más.
Eso es felicidad. Eso es plenitud.
Hoy he leído mi blog de aquí hacia atrás. Ayer mismo le dije a alguien que al final no estaba resultando lo que quería, pero hoy he cambiado de idea. Me ha encantado. Por matices, por lo que pensaba antes de "esto" y me ha llamado la atención cómo en una entrada con una memé preguntaba:
33. Pides deseos a las estrellas? y yo respondía...
o a quien quiera que escuche, que todo lo malo que venga sea capaz de superlo.
Y así ha sido, nunca pedí que no venga nada malo, que me libre de la tempestad, pues siempre consideré que forma parte de nuestra vida y nuestro crecimiento, pero sí pedí fuerza para superarlo... increible. Eso es precisamente lo que tengo ahora, capacidad de superar lo que se me ponga por delante. Gracias a las estrellas o a quien me escuchó...
Veía cómo comencé el blog y sentía una ternura increible, he visto mis luchas, mis devaneos de cabeza, mi renacer como mujer y me ha encantado.
Gracias! esto va para mí, por permitirme conservar esto y hacerlo crecer. Gracias a los que lo leéis o lo sufrís, no tendríais porqué estar ahí pero estais.
Gracias a la vida que me está dando tanto (esto me recuerda a una canción).
Visto desde aquí... hay un proceso de cambio interior bestial y precioso.
Me quiero.