Dándome cuenta.

Creo que ya se va convirtiendo en una costumbre.

Cuando hay un problema que me altera y me desequilibra, abro más frentes conflictivos, y si no es suficiente alguno más, hasta que llega un momento en el que parece que nada vaya bien. Es entonces cuando soy capaz de afrontar cada problema por separado porque ya no parece tan importante como cuando sólo había uno. Ahora es uno más, ha dejado de ser El Problema.

La cuestión es que con esta táctica acabo literalmente agotada, física, mental y en todos los planos posibles.

Me recuerda a una película que ví, que decía algo parecido sobre poner todo mucho peor de lo que está, pero no sé cual es. ¿Qué importa?.

A ver si para la próxima utilizo la imaginación en lugar de la acción.

Besos.

Advertencia: no acercarse mucho, material radiactivo.